El antídoto
para el miedo, es…..
La
confianza.
La ternura,
la dulzura.
El miedo
llama a la puerta,
desesperado…
-Pasa-, le
dice la Confianza, Te estábamos esperando...
El miedo se
sorprende,
¿a mí?
pero…, ¿hay alguien
que me espera?
-Hace
tiempo-, responde la ternura.
Sabemos de
tu brillo,
conocemos tu
sonrisa,
tu
valor,
tu juego
y alegría….
El miedo
enmudecido,
cabizbajo,
le saltan
unas lágrimas
y piensa,... que hay alguien que le quiere.
La
confianza lo abraza,
la ternura
se filtra por todo su cuerpo,
por los
recovecos más insospechados,
se funde en
su corazón.
Miles de
segundos, de años
de sufrimiento
indecible,
se derriten
como lava de volcán,
formando ríos
que pronto se secarán al sol y al viento.
quedando petrificados,
muertos, formarán
paisajes, caminos,
caminos de
recuerdos, de sufrimiento, de miedos..
La ternura
le devuelve el calor.
Pronto, su
sonrisa, aparece por una comisura de sus labios,
la confianza
le da alas,
su nariz
inspira con más anchura.
Renueva la
vida sin cesar!
Las edades del hombre (Friedrich)
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