Uno de los trabajos musicales e históricos de Jordi Savall, es un homenaje hacia el llamado "Príncipe Humanista", Erasmo de Rotterdam y hacia una obra del mísmo, titulada:
"Elogio a la locura"
Es
interesante la percepción que tiene Erasmo de Rotterdam, frente a la locura.
Erasmo de Rotterdam, holandés.
(1466-1536), siglo XV.
Epoca
de crisis religiosa, de guerras contra los turcos, de avidez de poder papal religioso, económico, monárquico, época de amplias costuras en los descubrimientos de nuevas tierras,
(las Américas), Lutero y la Contrarreforma, … y en ese fragor, un pacifista, un
humanista….
Para
unos, “el príncipe de la paz”, para otros, -satán, bufón, víbora…-
Como
entre dos aguas, caminando,
Caminando,
haciendo pedagogía de la paz.
Amigo
de Thomas Moro, y al que dedicó este "elogio a la locura" y del que le dijo
refiriéndose a esta obra:
“Creo –haber hecho un elogio de la
necedad pero no del todo neciamente”.
Trabajo
precioso el que nos presenta, Jordi Savall y su Conjunto Musical; retrato de Historia y música en la época de
Erasmo y de su propia figura. Dando a conocer una de las obras de Erasmo,
titulada: “Elogio a la locura”.
Texto
de la biografía, escritos, música, y pieza del "elogio a la locura", interpretada por Montserrat
Figueres, y otros tantos músicos y actores, dan voz al que fue Erasmo.
Es
original la idea de Erasmo al escribir esta obra.
No
la entiende como un “padecimiento psíquico”, tipo trastorno de personalidad a
la que hoy en día se trata vía (Psiquiatría) con medicación y trabajo psicoterapéutico,
sinó que la trata como una pasión. Es más lo novedoso, yo diría en esa época es
su originalidad de tratarla como actriz principal.
Ella
habla de sí misma. Y ella misma siente pena de lo mal que la saben tratar los
seres humanos.
Tiene
una mirada “psicoanalítica”, de un ego escindido, entre un yo-locura- bestial,
violento, irracional, que se alimenta de guerras, sangre, de avidez en el poder
papal, religioso, monárquico, vanidoso
un
yo-locura, espontáneo, pasional, alegre, equilibrado en su espiritualidad.
No
hay victimismo en esa actitud, sí una exposición de “los males por los que se
deja poseer el ser humano al experimentar “mal la locura”, puesto que hay una
“locura buena”, por así decir, una “locura divina”, también.
Esta
forma de percibir a la “locura”, como si ella misma se disculpara, como si
fuera un ser sensible, un ente, un ser en sí mismo, también la encontramos en
una novela del siglo XXI, titulada: -“La ladrona de libros”-, del escritor -Markus Zusak-, sólo que aquí no
es la locura, aunque también “sale ella, hablando coloquialmente: las guerras
son una locura”, pues se desarrolla en la 2ªGM, sinó la MUERTE.
Interesante
esta novela, sensible, preciosa.. e histórica (os la recomiendo).
La
obra musical de Jordi Savall es sumamente rica en humanidad. La combinación que
suele hacer de retratar la historia junto con la música de ese momento, es una
joya pedagógica, interesante, humana.
Jordi
Savall y la que fue su compañera, Montserrat Figueres han sido avalados por
“embajadores de la paz”, por su trabajo musical, humanístico, dándonos a
conocer esa espiritualidad musical del ser humano en nuestra historia colectiva.
No
es de extrañar pues, que aúne su esfuerzo por expresar un otro espejo: otro
Humanista, Erasmo de Rotterdam.
En
bibliotecas públicas encontrarán este CD libro de Música e Historia de la
Figura de Erasmo de Rotterdam, y de su “elogio a la locura”.
Les
dejo con la canción interpretada por Montserrat Figueres: de la propia
presentación de la locura:
Yo soy la locura,
la que sola infundo
placer y dulzura
y contento al mundo.
Sirven mi nombre
todos mucho o poco,
y no, no hay hombre
que piense ser loco.
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