Siguiendo el hilo emprendido en otro escrito de este blog acerca de la Universidad quiero compartir mi sentimiento y pensamiento acerca de ella y de la experiencia que tuve a mi paso por ella.
En primer lugar me gusta saber el orígen de la palabra Universidad, etimológicamente viene del latín "Universitas" , formada por el adjetivo -universus -a -um-: ( todo, universal) y también -unus -a -um: (que no admite división: Uno).
Así Universitas, se usó originalmente para designar cualquier asociación destinada hacia una meta común.
En primer lugar me gusta saber el orígen de la palabra Universidad, etimológicamente viene del latín "Universitas" , formada por el adjetivo -universus -a -um-: ( todo, universal) y también -unus -a -um: (que no admite división: Uno).
Así Universitas, se usó originalmente para designar cualquier asociación destinada hacia una meta común.
Mi paso por la Universidad (asociación destinada a una meta común) fue una experiencia "rica", en sentido humano, aunque no tanto por la materia que cursaba para luego encontrar una salida profesional, sinó más bien, por la "sabiduría" que me transmitieron algunos profesores, maestros.
Hize y hago una diferenciación entre profesor-a y maestro-a, dos actitudes diferentes.
El profesor-a, suele comunicarte unas técnicas, metodologías, un conocimiento técnico.
Sin embargo el maestr@, une la técnica con amor, la técnica con la pasión, binomio que realiza en su experiencia profesional y que ofrece al alumn@ en forma de sabiduría.
El maestr@ TRANSMITE.
El profesor@ comunica sin pasión, sin ese fuego que abraza el objeto de su conocimiento transformándolo en sabiduría.
El profesor@ comunica sin pasión, sin ese fuego que abraza el objeto de su conocimiento transformándolo en sabiduría.
En la transmisión está el intelecto, la lógica, la razón, y también la intuición, la imaginación, la invención, el corazón, los instintos, la pasión. El ser humano, el individuo creando, realizándose en la realización vital.
No es teoría de la que hablo, sinó práctica de mi paso por la universidad.
¿Cuántas veces tuve que aguantar un (pesado o pesada de profesor? bastantes!
¿Cuántas veces perdí clases para no aguantar mi aburrimiento por la insustancialidad de la que hablaba? bastantes!
Y por un lado es penoso, y por otra, da rabia (lo estoy pagando con mi bolsillo, a cuesta de mi trabajo!!!).
En cambio, cuando tienes la ¿"suerte"?, ¿"destino"? de escuchar a un maestr@, las clases son un deleite, pasan rápido, te ríes o lloras, te enfadas, toda tú eres una gran oreja, conoces la pasión, devoras libros, compartes y discutes con los compañeros, en fin, que da gusto asistir a esas enseñanzas.
Frases que escuché y que me "tocaron" en mi Indeprofundis:
-en una clase, no te queda todo lo que se dice en ella, sino lo que la persona necesita en ese momento....
-¿Qué es la realidad?
La realidad es una construcción personal...
-La vida es conflicto...
-Las fronteras sólo existen en la cabeza...
- Cuando un@ está muy mal, no pide ayuda...
En esa posibilidad de mundos infinitos, imagino la Universidad, como lugar o lugares, donde estar para aprender desde la alegría, desde la curiosidad, desde la serenidad, desde el juego, no tanto como salida profesional puesto que la más de las veces, eso conlleva una obligación, un sostener pérdidas de tiempo, tristeza o rabia, aunque no lo desestimo, pues alguién ha de impartir esos saberes; pero en la actualidad, hay un abuso, que creo viene dado por "manipulaciones políticas y económicas".
El saber es aprender a enamorarse del conocimiento de la propia de la vida de la que la Universidad bebe de ella.
En la universidad que yo imagino, el saber no es consumismo de conocimientos, no es almacenaje de títulos, no es oir la vanidad de algunos profesores, no es llenar las arcas monetarias de los políticos de turno o de bolsillos privados.
En la universidad que yo deseo, todos somos profesores y alumnos, aunque ciertamente, a los profesores y/o maestros se les reconoce una maduración o saber más profundo, pero abiertos a seguir aprendiendo...y valorando al alumno su propia sabiduría y sus deseos de aprender, tratándolos con respeto sin actitudes de superioridad o desvalorizándolos. Actitudes de humildad, veracidad, en esa relación de binomio.
Desde que dejé la Universidad que da títulos no he vuelto a ella. Aunque siempre tengo un regusto por volver, pero ciertamente me freno...
Por el momento, la universidad ahora, es mi propia vida que procuro vivir con conciencia, para sacar "el jugo de mi savia en ella", aunque nunca digo no, nunca se sabe, amo el conocimiento, amo el saber, soy curiosa, abierta a la vida, ventanales amplios de luz y siempre estoy dispuesta a aprender de la Universidad como institución, y de la Universidad que también es la Vida!.
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