Mi más sincero agradecimiento, por su
"poética Indeprofundis”.
Cuando leí la
[i]biografía de Juan Ramón Jiménez, percibí un hombre, profundo, sensible, introvertido,
intuitivo, tierno, amigable y de una tenacidad y voluntad férrea, que necesitó
para caminar, uniendo poesía y enfermedad.
Poesía, amor,
tenacidad, entereza, humildad, paciencia, ternura.
Animal de Fondo
LA TRANSPARENCIA, DIOS
LA TRANSPARENCIA
Dios del
venir, te siento entre mis manos,
Aquí estás
enredado conmigo, en lucha hermosa
De amor, lo
mismo
Que un fuego
con su aire.
No eres mi
redentor, ni eres mi ejemplo,
Ni mi padre,
ni mi hijo, ni mi hermano;
Eres igual y
uno, eres distinto y todo:
Eres dios de
lo hermoso conseguido,
Conciencia
mía de lo hermoso.
Yo nada tengo
que purgar.
Toda mi
impedimenta,
No es sino
fundación para este hoy
En que, al
fin, te deseo;
Porqué estás
ya a mi lado,
en mi
eléctrica zona,
como está en
el amor el amor lleno.
Tú, esencia,
eres, conciencia; mi conciencia
Y la de
otros, la de todos,
con forma
suma de conciencia;
Que la
esencia es lo sumo,
Es la forma
suprema conseguible,
Y tu esencia
está en mí como mi forma.
Todos mis
moldes, llenos
Estuvieron de
ti; pero tú, ahora,
No tienes
molde, estás sin molde; eres la gracia
Que no admite
sostén,
Que no admite
corona,
Que corona y
sostiene siendo ingrave.
Eres la
gracia libre,
La gloria del
gustar, la eterna simpatía,
el gozo del
temblor, la luminaria
del clariver,
el fondo del amor,
el horizonte
que no quita nada;
la
transparencia, dios, la transparencia,
el uno al
fin, dios ahora sólito en lo uno mío,
en el mundo
que yo por ti y para ti he creado.
LA FRUTA DE MI FLOR
Esta
conciencia que me rodeó
En toda mi
vivida,
Como halo,
aura, atmósfera de mi ser mío,
Se me ha
metido ahora dentro.
Y ahora es mi
cuerpo centro
Visible de mí
mismo; soy, visible,
Cuerpo maduro
de este halo,
Lo mismo que
la fruta, que fue flor
De ella
misma, es ahora la fruta de mi flor.
Dios deseado
y deseante,
Siempre
verde, florido, fruteado,
Y dorado y
nevado, y verdecido
Otra vez
(estación total toda en un punto)
Sin más tiempo
ni espacio
Que el de mi
pecho, esta
Mi cabeza
sentida palpitante,
Toda cuerpo,
alma míos
(con la
semilla siempre
Del más
antiguo corazón).
de ti dentro.
***
CONCIENCIA
HOY AZUL
(Dios está azul…
ANTES)
Conciencia de
hondo azul del día, hoy
Concentración
de transparencia azul;
Mar que sube
a mi mano a darme sed
De mar y
cielo en mar,
en olas
abrazantes, de sal viva.-
(cielo del
agua fondo
de otro vivir
aún en inmanencia)
explosión
suficiente (nube, ola, espuma
de ola y
nube)
para llevarme
en cuerpo y alma
al ámbito de
todos los confines,
a ser el que
anhelo
y a ser el tú
que anhelas en mi anhelo,
conciencia
deseante y deseada,
dios hoy
azul, azul, azul y más azul,
igual que el
dios de mi Moguer azul,
un día.
***
Los pájaros del aire
se mecen en las ramas de las nubes,
los pájaros del agua
se mecen en las nubes de la mar
(y es viento, lluvia, espuma, sol en torno)
como yo, dios, me mezco en los embates
de ola y rama, viento y sol, espuma y lluvia
de tu conciencia mecedora y bienendante.
(¿No es el goce
mayor de lo divino de lo humano
el dejarse mecer en dios, en la conciencia
regazada de dios, en la inmanencia madreada,
con su vaivén seguro interminable?)
Va y ven, el movimiento
de lo eterno que vuelve, en ello mismo
y en uno mismo;
esa órbita abierta
que no se sale de sí nunca, abierta,
y que nunca se libra de sí, abierta,
(porque)
lo cerrado no existe en su infinito
aunque sea regazo y madre y gloria.
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