Y al referirme a "luces", hablo de una alegoría, a la vida, aunque ésta sea distinta a la humana o animal.
Visionó, observó, vio las lunas de Júpiter, las montañas de la luna, así como la "vía láctea", esa bruma blanquecina, transparente que se ve por las noches en diferentes puntos de la tierra, así como otras fenómenos astronómicos.
Galileo Galilei, nace en Pisa (Italia), el 15 de Febrero de 1564. Fue el pionero del método científico experimental y el primero en utilizar un telescopio refractor, con el que hizo importantes descubrimientos astronómicos.
Telescopio de Galileo
Telescopio original de Galileo
A pesar de que Galileo conoce las ideas de Copérnico y las admira desde hace tiempo. En 1597, escribía al astrónomo alemán Kepler: "Desde hace muchos años me convertí a la doctrina de Copérnico... He escrito sobre esta materia muchas consideraciones, razonamientos y refutaciones, pero no me atrevo a publicarlas...".
¿Por qué tanta prudencia?
El defender públicamente las ideas de Copérnico supone un gran riesgo, ya que no solamente son contrarias a las de Tolomeo, sino a la Biblia; también en el Antiguo Testamento la Tierra está inmovil en el centro del universo, el Sol gira en torno a ella, etc. Y aunque la iglesia oficialmente no ha condenado la teoría de Copérnico, allí está Giordano Bruno, quemado vivo en Roma, en 1600, por haberla defendido.
Universo geocéntrico de Ptolomeo
La teoría del universo de Ptolomeo coincide con la Biblia, la Tierra se halla en el centro del universo, rodeada de aire y más arriba de fuego. Se llamó a este sistema, "geocéntrico".
Andamos en el 1610 y el primer objeto hacia el que Galileo dirige su nuevo anteojo, es la Luna. Su asombro supera todo lo que podamos imaginar. Hasta ese momento, la astronomía oficial decía que la Luna era una esfera lisa y perfecta, y pulimentada como un cristal...
Pues bien, Galileo mira con su aparato y....
ve exactamente lo contrario.
Acuarelas pintadas por Galileo de las fases de la luna y sus irregularidades: -hay montañas en la luna!-:
El Cardenal Belarmino:
jesuíta, doctor de la Iglesia y teólogo ha pedido ya un informe secreto a la Inquisición sobre su persona. La misma inquisición que 11 años antes, en Roma, quemó vivo a Giordano Bruno por haber afirmado, entre otras cosas, que las estrellas eran soles y que alrededor de ellas giraban otros planetas. Quien llevó ese proceso fue el Cardenal Belarmino.
Si no han podido atacar a Galileo, con razonamientos astronómicos, lo provocarán por otros flancos, y para ello, lo llevarán al campo de las controversias religiosas.
¿Son o no contrarias las teorías de Copérnico a las Sagradas Escrituras?
Hacia 1615, Belarmino presenta esta pregunta a Galileo, y éste ya no puede retroceder. ¿Qué va a hacer Galileo?
Él no deseaba en absoluto entrar en esta controversia sobre las escrituras, (pero ha sido forzado por enemigos), pero la controversia ha salpicado las más altas instancias de la Iglesia, y no tiene derecho a retroceder.
Escribe a uno de sus amigos de la Iglesia romana: "No quiero que hombres de talento piensen que para mí las ideas de Copérnico no son más que una hipótesis matemática sin realidad. Dado que soy uno de los más fervorosos partidarios de estas ideas, pensarían que esta opinión es compartida por todos los demás partidarios de Copérnico y que su teoría tiene más posibilidades de llegar a ser falsa que físicamente justa. En mi opinión, esto sería un error".Por otra parte, Galileo es católico: respeta profundamente la religión y la iglesia, lo cual dobla la importancia de la batalla a la que se va a lanzar. Por un lado corre el riesgo de ver prohibida -su ciencia- y, por otro, que "su religión sea culpable de una prohibición injusta; para él, las dos son perfectamente compatibles: ¿no es acaso él al mismo tiempo cristiano y copernicano?
Su decisión está tomada, irá a Roma a batirse. Antes, no obstante, va a tomarse el tiempo de redactar cuidadosamente sus ideas y de probar por escrito que no hay contradicción entre la Escritura y la nueva astronomia. Y lo hace en una larga carta dirigida a la gran duquesa Cristina, una mujer piadosa de la Corte de Toscana, que le tenía simpatía. Esta carta no será impresa hasta pasados 20 años más tarde, en Estrasburgo. Pero Galileo hace circular varias copias manuscritas, tras lo cual parte hacia Roma.
Galileo intenta convencer a la Iglesia de que Copérnico y las Escrituras no son contradictorios. Su pasión y su elocuencia, son tales que convence a todos los que encuentra, pero estos no son los importantes.
Por fin, el 26 de febrero de 1616, Galileo obtiene una audiencia de Belarmino, pero éste junto a los domínicos más importantes a su alrededor, le dicen que la Inquisición ha promulgado un decreto según el cuál, "la idea de que la Tierra gira alrededor del Sol es absurda y sin fundamento, y filosófica y formalmente herética, pues contradice explícitamente la doctrina de las Sagradas Escrituras".
Al mismo tiempo que este decreto va acompañado de una orden del Papa, en el que prohibe a Galileo, so pena de prisión, de defender públicamente las ideas de Copérnico bajo cualquier aspecto.
Del grupo de religiosos que condena a Copérnico, ninguno ha leído su libro. Obedecen a Belarmino, que se ha limitado a hojear el prefacio..., que no es de Copérnico.
Galileo está abatido. Durante 2 años, enfermo con frecuencia no hace prácticamente nada. En 1618 reaparece, porque este año descubre 3 cometas. Galileo pone punto y final a un libro: "El ensayador". Libro en el que lo somete a la crítica del Papa. Se trata de una conversación entre 3 personajes, uno que desarolla el sistema de Ptolomeo y otro de Copérnico y el 3º que no está ni con uno ni con otro. Aparece en 1632.
Lamentablemente el entorno del Papa, lo persuaden para hacerle creer que Galileo se está burlando de él, acusaciones falsas por completo, pero que causan lo que buscaban sus enemigos. El libro es immediatamente prohibido y Galileo es convocado a Roma, amenazado de torturas. Éste tiene 69 años y está sólo y con mala salud.
El 22 de junio de 1633, en el convento de Santa María sopra Minerva, cuartel general de los dominicos, Galileo viejo, y con la camisa de los condenados, debe arrodillarse ante sus jueces y una gran asamblea de religiosos, para leer un texto en el que declara que:
Ptolomeo, fue un astrónomo griego del siglo II de nuestra era, en su obra principal, -el Almagesto- expone esta teoría del sis. geocéntrico. Y en el siglo XVI, se seguía pensando igual.
Pero volviendo a Galileo, como él está convencido de la veracidad de la Teoría de Copérnico, ha de "armarse" de recursos, municiones, con los que poder defenderse bien de ello. Y lo primero que hará será el "gran descubrimiento" de nuevos elementos astronómicos, gracias a la propia construcción de un telescopio. A partir del ya inventado en Holanda, se da cuenta que para conseguir un mayor aumento y una visión más nítida se necesitan unas lentes especiales.
Las dos lentes que necesita deben ser de una leve convexidad la una y una gran concavidad la otra, justamente lo contrario de lo que hasta ahora se fabrica. Sus lentes las va a tallar él mismo y se la va a pulir. Por suerte, Venecia es la capital europea de vidrio (los espejos de Venecia son famosos en toda Europa). Consigue los materiales y los polvos para pulir los lentes.
El primer anteojo que construye tiene seis aumentos (es decir, que permite ver los objetos como si estuvieran seis veces más cercanos) y con él no aparecen las cosas deformadas ni difuminadas.
El primer anteojo que construye tiene seis aumentos (es decir, que permite ver los objetos como si estuvieran seis veces más cercanos) y con él no aparecen las cosas deformadas ni difuminadas.
Galileo animado por estos resultados, vuelve a la tarea y a primeros de agosto construye otro anteojo, esta vez de nueve aumentos, y sigue sin deformar las imagenes.
El gobierno de la República, al que le han llegado rumores de los ensayos de Galileo, le pide una demostración. Galileo, sin vacilar, propone realizar el 21de agosto de 1609, en lo alto del Campanile de Venecia ante un grupo de senadores designados por sus colegas. Suben más de 100 metros de altura (equivalente a 30 pisos) para descubrir... "una verdadera magia"!:
"La iglesia de Padua que está a 32km del campanile, a través del anteojo parece hallarse a 3km y medio. Murano, que está a 2km, parece hallarse a través del anteojo a menos de 300m, distancia a la que también se pueden distinguir las personas".
¡Podemos imaginar el entusiasmo de los senadores!
Galileo ofrece de inmediato su instrumento a la República de Venecia. El Senado, impresionado por las posibles "aplicaciones militares" del nuevo aparato, lo acepta como verdadero trofeo. Por unanimidad le confirman a Galileo en su puesto de profesor... y le duplican el salario.
(Observen, como todos los inventores, o quizás la mayoría, inventan para el progreso humano, pero... se topan con "intereses creados" (iglesia, o militares), que desvían esa "buena voluntad, ese pacífico y bello deseo", y la gran parte, lo utilizan para fines militares u otros fines egoístas.
Galileo mostrando el Telescopio al Dux de Venecia
Andamos en el 1610 y el primer objeto hacia el que Galileo dirige su nuevo anteojo, es la Luna. Su asombro supera todo lo que podamos imaginar. Hasta ese momento, la astronomía oficial decía que la Luna era una esfera lisa y perfecta, y pulimentada como un cristal...
Pues bien, Galileo mira con su aparato y....
ve exactamente lo contrario.
Acuarelas pintadas por Galileo de las fases de la luna y sus irregularidades: -hay montañas en la luna!-:
La luna
Además, con su telescopio, orienta su visión hacia las estrellas, que las ve, diez veces más de lo que se observa a simple vista. En su libro: "El mensajero de las estrellas": cuenta: -"Tenía la intencion de representar toda la constelación de Orión, pero me he echado atrás ante la cantidad de estrellas que contiene -más de 500- y por falta de tiempo".
Además de ver la Via Láctea, dice: -Lo que hemos observado en 3r lugar es la naturaleza o materia de la Via Láctea (...). La Galaxia no es, en efecto, más que un amasijo de innumerables estrellas diseminadas por grupos-
Y Galileo entusiasmado, construirá el 5º anteojo más perfeccionado, tiene 30 aumentos!. Y con él, hará su descubrimiento más hermoso: oigámosle: - El 7 de enero de este año 1610, en la primera hora de la noche, mientras miraba los astros con el anteojo, se me apareció Júpiter; y como disponía de un aparato realmente excelente, vi cerca del planeta tres astros, muy pequeños ciertamente, pero muy brillantes (no los había visto porque mi anterior anteojo era menos bueno)...
Es decir, vió a Júpiter con sus 4 estrellas (satélites):
El libro: "El mensajero de las estrellas", apareció el 12 de marzo de 1610:
Su éxito fue prodigioso e inmediato: los 500 ejemplares impresos se agotaron en pocos días. En Europa no se habla más que de Galileo, del anteojo, de las montañas de la Luna y de los cuatro nuevos "planetas", a los que Galileo acaba de dar nombre: los astros mediceos.
Antes de llegar a Roma, adversarios de Galileo, profesores, empiezan a empozoñar con la envidia sus argumentos. Pero los va refutando.
Galileo está interesado en convencer a Johanes Kepler, quien al recibir un anteojo del mismo, y leer su libro, queda convencido de las maravillas. Kepler era un seguidor también de las ideas de Copérnico.
Galileo es agasajado por nobles, ilustres, hombres de la iglesia (por el momento). Galileo llega a Roma el 29 de marzo de 1611. Tiene una acogida triunfal y pasa unos días muy agradables. A su gran amigo Salviati, le escribe: "He sido recibido y festejado por muchos personajes ilustres: -cardenales, prelados, príncipes de esta ciudad, que querían ver las cosas que yo he observado, de las que han quedado encantados, como yo también lo he quedado ante las maravillas que por aquí hay en esculturas, pinturas, frescos, palacios y jardines...".
Pero a partir de aquí será el punto de partida, en el que ciertos personajes de la Iglesia, empezarán a urdir una trama, para que Galileo se desdiga de las ideas de Copérnico, que iba demostrando con sus descubrimientos.
jesuíta, doctor de la Iglesia y teólogo ha pedido ya un informe secreto a la Inquisición sobre su persona. La misma inquisición que 11 años antes, en Roma, quemó vivo a Giordano Bruno por haber afirmado, entre otras cosas, que las estrellas eran soles y que alrededor de ellas giraban otros planetas. Quien llevó ese proceso fue el Cardenal Belarmino.
Si no han podido atacar a Galileo, con razonamientos astronómicos, lo provocarán por otros flancos, y para ello, lo llevarán al campo de las controversias religiosas.
¿Son o no contrarias las teorías de Copérnico a las Sagradas Escrituras?
Él no deseaba en absoluto entrar en esta controversia sobre las escrituras, (pero ha sido forzado por enemigos), pero la controversia ha salpicado las más altas instancias de la Iglesia, y no tiene derecho a retroceder.
Escribe a uno de sus amigos de la Iglesia romana: "No quiero que hombres de talento piensen que para mí las ideas de Copérnico no son más que una hipótesis matemática sin realidad. Dado que soy uno de los más fervorosos partidarios de estas ideas, pensarían que esta opinión es compartida por todos los demás partidarios de Copérnico y que su teoría tiene más posibilidades de llegar a ser falsa que físicamente justa. En mi opinión, esto sería un error".Por otra parte, Galileo es católico: respeta profundamente la religión y la iglesia, lo cual dobla la importancia de la batalla a la que se va a lanzar. Por un lado corre el riesgo de ver prohibida -su ciencia- y, por otro, que "su religión sea culpable de una prohibición injusta; para él, las dos son perfectamente compatibles: ¿no es acaso él al mismo tiempo cristiano y copernicano?
Cuadro de Jean-Léon Huens: Galileo explicando sus conclusiones a dos cardenales:
Del grupo de religiosos que condena a Copérnico, ninguno ha leído su libro. Obedecen a Belarmino, que se ha limitado a hojear el prefacio..., que no es de Copérnico.
Galileo está abatido. Durante 2 años, enfermo con frecuencia no hace prácticamente nada. En 1618 reaparece, porque este año descubre 3 cometas. Galileo pone punto y final a un libro: "El ensayador". Libro en el que lo somete a la crítica del Papa. Se trata de una conversación entre 3 personajes, uno que desarolla el sistema de Ptolomeo y otro de Copérnico y el 3º que no está ni con uno ni con otro. Aparece en 1632.
"-No cree en las ideas que ha defendido toda la vida".
De esta manera, -solamente- se le condena a pena de prisión hasta el fin de sus días. Pero al cabo de un año sale de la cárcel y se le autoriza a instalarse en su propia casa, en Arcetri, cerca de Florencia, no pudiendo abandonarla sin autorización, ni recibir visitantes importantes sin la presencia de un inquisidor.
¿Y qué hará bajo estas condiciones?..Escribir un libro. Escribirá ese gran libro que hacía tiempo proyectaba en Padua, acerca del movimiento.
"Discurso sobre dos ciencias nuevas", que supone el inicio de la mecánica moderna. E incluso consigue publicarlo, aunque clandestinamente y lejos de Roma: en Amsterdam.
En 1638, cuatro años antes de morir, sabe que su libro se ha publicado y que hombres de ciencia de toda Europa lo leen. Galileo, muere el 8 de enero de 1642, en Arcetri (Florencia).
-Galileo, mensajero de las estrellas, de Jean Pierre Maury, edi. Aguilar Universal. (De quién he sacado mucho texto, porque realmente es bueno y hay poca biografía, en español, por lo menos de Galileo). Encontrado en biblioteca pública
- www.astronoo.com/es/biografias/galilei.html
- Wikipedia
"Discurso sobre dos ciencias nuevas", que supone el inicio de la mecánica moderna. E incluso consigue publicarlo, aunque clandestinamente y lejos de Roma: en Amsterdam.
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Juan Pablo II, pedirá hoy, 31 de octubre de 1992, -359 años después de la sentencia de la Inquisición- PERDON, por la condena injusta de Galileo Galilei y rehabilitará al filósofo y matemático de Pisa. (Periódico el País)
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Mi más sincero homenaje a este pequeño y gran hombre, de inteligencia "espiritual", que quiso y lo hizo, (a pesar de los obstáculos de aquella época), acercarnos la "Vida" que está y nos circunda más allá de la tierra, en el universo
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BIBLIOGRAFIA:
-Galileo, mensajero de las estrellas, de Jean Pierre Maury, edi. Aguilar Universal. (De quién he sacado mucho texto, porque realmente es bueno y hay poca biografía, en español, por lo menos de Galileo). Encontrado en biblioteca pública
- www.astronoo.com/es/biografias/galilei.html
- Wikipedia
Muy buen artículo, Laura, muy revelador.
ResponderEliminar¡Qué épocas! y qué genios...
Y todo gracias a la curiosidad del ser humano; su curiosidad y la humana capacidad de asombrarse...