lunes, 23 de enero de 2017

El Espejo en el Espejo, 2º capítulo



En la hora del amanecer
cuando el alba empieza
a despertar los sentidos
de la naturaleza,
la vida parece retornar
del sueño,
de la oquedad oscura 
y profunda, 
donde 
las entrañas de la tierra
anidan cual insecto con su prole.

Parece que la tierra se abra,
el despertador suena
los pájaros tímidamente
empiezan sus cantos.

Los crepitares de las ramas
al golpe del viento
remueve los sones,
el concertino ya está
en marcha.

El sol elevándose 
de la tierra
aparece con su manto
amarillo-dorado.
Ya bosteza!
ya levanta sus brazos!
ya despierta!
y con él los humanos,
nos levantamos
se levanta la vida 
y empezamos de nuevo.


II



Poppins


El gato viene hacia mí
se sienta sobre sus patas
en actitud de descanso,
cerca de mí
y se queda con ojos entreabiertos,
aunque después, con su 
cabeza entornada y encima de su cola
la reposa
y acaba de cerrar sus ojos.

Todo está calmo
su respiración está 
acompasada, libre y calmada.

A mi vera duerme el gato,
mientras yo escribo
estas líneas
y es un placer nuevo
y renovado, poder
disfrutar de tan agradable
compañía,
tener un motivo para escribir,
de él,
de mi querido amigo
y hoy,
acompañante de 
este diálogo silencioso
y amoroso,
entre el gato y yo!.


III


Hoy he hecho cosas nuevas,
en domingo.
He roto la cotidianidad dominguera!.
He hablado de cosas nuevas.
He pintado junto 
a família amiga.
Y he decidido 
quedarme
más tiempo en esta casa.

La prisa no es buena,
la calma, la contemplación,
la escritura, la pintura y el color,
el calor de buena compañía,
 me elevan
me nutren, me dan nueva vida!

Me gusta también
hablar
conmigo misma, 
en monólogo mental, 
pero también
en diálogo con mi 
hoja de papel y mi bolígrafo
o en mis
diálogos internos.

No me siento en tedio
ni tediosa,
ni la vida se vuelve
aburrida y sin sentido.

Me nutro de mí misma,
me alimento
me doy comida,
nutrición,
me sustento con más firmeza!
con amor,
me quiero
y me gusto a mí misma.

En esa libertad de acción
en ese abrir mi corazón 
y abrirme
como flor se abre en
primavera.




Cuando me hablo a mí misma
siento que no me conozco todavía,
que tengo ancho mundo
de mí,
por recorrerme,
por andarme,
y acariciarme.

Cuando hablo de mí
a través de un papel y un bolígrafo
mi lengua y fuerza vital
se regocijan.
Se sienten vivas,
animadas por mi fuego
y aliento vital!.

Cuando hablo de mí
siento que me abrazo,
que me acaricio
y me amo.

Cuando hablo de mí
mi vida se llena
de mí.



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