Con esta música toco el cielo que hay en mis profundidades.
Culmen de la espiritualidad,
joya que alumbro en lo más recóndito de mi cueva del corazón;
allí, donde el loto dorado crece en lo oscuro,
en la Gruta del silencio,
allí donde crecen las raíces,
donde se nutre la materia orgánica.
De allí salen este sonoro canto,
que sosiega,
que endulza
el alma recostada en el lecho de su amado.
Cristobal de Morales: Officium Defunctorum -In Primo Nocturno (2)
Invocamos a la noche,
donde el esposo y la esposa comen junto a la lumbre,
delicioso manjar,
luz flamígera
que serena el corazón...
- - -
Y en la quietud de la noche
cuando la reina y el rey
se han unido en íntima relación,
la respiración sosegada
acompaña el canto,
la melodía envuelve las voces
que al unísono
invitan a la calma noche
a la quietud y a la paz del corazón.
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