Soy curiosa por naturaleza,
y también por naturaleza soy perezosa.
¿Cómo puedo navegar con tamaña
oposición?
¿Cómo hago para que converjan
estas dos líneas paralelas?
¿Para que encuentren un punto de unión
y pueda navegar sin que la barca se hunda?
El deseo las llama,
y acuden!
Y logro, aceptando la voz de la pereza
y aceptando la voz de mi deseo por curiosear
que ambas, curiosidad y pereza por unos momentos
se abrazen,
se sienten juntas en la mecedora,
se dejan mecer en ese rítmico movimiento
y en ese vaiven,
las tres hermanas
la pereza, la curiosidad y yo
avancemos abriendo nuevas puertas,
descubriendo nuevos mundos
afianzándome en mi autoestima.
Bienvenida sea la pereza!
bienvenida sea mi curiosidad!
bienvenida sea mi valentía
por vivir la vida con mis convergencias
y mis conjunciones!.
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