Intento
unir el cielo y la tierra en mí y en estos momentos no me
siento satisfecha.
Siento que
hablar de las vastedades del espíritu divino es un absolutismo tan diferente a
la vida cotidiana que llevo: sin trabajo, cobrando un subsidio, viviendo como
una trotamundos…
Y sé, no
obstante, o así lo siento, que cuando agradezco el Sol que me calienta, el mar
que me acompaña en mi mirada, su sonido y fuerza arrebatadora que fluye con la
música del viento,
me siento
en paz conmigo misma!.
Ni cuando
tenía trabajo ni cuando no tenía?
¿Qué busca
mi mente-emoción insatisfecha?
¿Quizás es
ese juego de insatisfacción perpetua, mi juego egoico?
Quizás!...
II
He huído
siempre de mí o del otro.
Cuando era
mi mente pequeña insatisfecha, que de aquí para allá iba y venía,
caminando en la confusión, buscando no sé qué!
caminando en la confusión, buscando no sé qué!
Hasta
¿cuándo me pararé?, me sentaré frente a mí y me escucharé?
Y en medio
del fragor de la batalla
Oigo una
voz,
de mi Ser!
que me
llama
a mi
Respiración,
a mi hara,
hacia mi Indeprofundis.
Y descendiendo hasta allí...
asciendo y
contemplo
mi propia
Paz y Serenidad.
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