"No oigo estas cosas ni con los oídos corporales ni con los pensamientos de mi corazón, ni percibo nada por el encuentro de mis cinco sentidos, sino en el alma, con los ojos exteriores abiertos, de tal manera que nunca he sufrido la ausencia del éxtasis. Veo estas cosas despierta, tanto de día como de noche".- Hildegard von Bingen.
Nos encontramos en el siglo XII, en plena edad media, donde siempre se asemeja esta edad histórica con la oscuridad, sin embargo, si hay oscuridad, también hay luz.
Y luz, también la hubo!
Y además una LUZ FEMENINA, puesto que está en nuestra esencia, en nuestra energía, en nuestro ser, ya se sea hombre (género masculino) o mujer (género femenino). Una luz, una energía femenina y también masculina,(energéticamente) encarnada como mujer, (Hildegard), bajo una vivencia mística, en un contexto religioso cristiano y benedictino y en un mundo dominado por el poder masculino.
Una luz muy fuerte, para que el Emperador Barbarroja, la escuchase, para que el Papa Eugenio o el monje -cisterniense- Claraval, la estimulasen a que continuase creyendo en sus visiones, la "música interna", que "escuchaba", la luz que veía y las publicase.
Una mujer de carácter fuerte, inteligente, brillante y valiente tuvo que ser, para vivir en un mundo gobernado por hombres, que la mayoría menospreciaban -su lado femenino- y a la mujer en general. Fue la 1ª mujer (y la única en siglos), autorizada por la Iglesia para predicar al pueblo y al clero en templos y plazas.
Por eso mi homenaje a este ser, a esta alma , a esta mujer, que 9 siglos más tarde, todavía su LUZ, radía en este planeta tierra.
La primera vez que oí de ella, fue en una clase de expresión corporal, a un trabajo dado, pusieron su música, la voz de una única mujer cantando en esa enorme sala. Se hizo el silencio, y la LUZ se reveló en ese espacio, íntimo, corporal, espiritual.
Hildegard, nace el 16 de septiembre de 1098 en Bermesheim, Alemania.
Fue abadesa, líder monástica, mística profetisa, médica, filósofa, compositora y escritora. Desarrolló una intensa labor religiosa, científica, artística e incluso política.
De família noble bien acomodada. Fue la menor de diez hijos por eso fue considerada como el diezmo para Dios y le fue consagrada desde su nacimiento, según la mentalidad medieval.
Desde muy niña, Hildegard tuvo visiones. Señala que desde los 3 años tuvo la visió, según su propio testimonio, de "una luz tal que mi alma tembló". Vivía estos episodios conscientemente, es decir, sin perder los sentidos ni sufrir éxtasis. Ella los describió como una gran luz en la que se presentaban imágenes, formas y colores; además iban acompañados de una voz que le explicaba lo que veía y, en algunos casos, de música.
Cuando Hildegard cumplió catorce años, se enclaustró en el monasterio. Este monasterio era masculino, pero acogió un pequeño grupo de reclusas en una celda anexa.
En 1114 la celda se transforma en un pequeño monasterio, a fin de poder albergar el creciente número de vocaciones. En ese mismo año Hildegard se regló benedictina. Cuando tenía 38 años, en 1136, a pesar de su juventud, fue electa como abadesa de manera unánime por la comunidad de monjas, que en ese momento había crecido más.
A la edad de 42 años, le sobrevino un episodio de visiones más fuerte, durante el cual recibió la orden sobrenatural de "escribir las visiones que en adelante tuviese".
En la luz del Amor, la Sabiduría me enseña y me ordena decir cómo fui introducida en estas visiones. Las palabras que yo hablo no son mías, sino que la verdadera Sabiduría las pronuncio a través de mí y me dice así..."
A partir de entonces Hildegard escribe sus experiencias, que darán como resultado el primer libro, llamado Scivias (conoce los caminos) y toda su actividad literaria y la relación epistolar con múltiples personalidades de la época; mantuvo correspondencia con reyes, emperadores y papas que pedían sus consejos y orientaciones. La gente la buscaba para escuchar sus palabras de sabiduría, para curarse o para que la guiara.
Crea su propio alfabeto:
Una visión le inspira, la fundación de un monasterio en un lugar "donde no había agua y donde nada era placentero", para trasladar a la crecida comunidad y emanciparla de los monjes. Hacia 1150, se trasladó a Rupertsberg con cerca de veinte de sus monjas y fundó el monasterio del cual, se convirtió en abadesa. En 1165 fundó un segundo monasterio. Su labor de escritora se vio interrumpida muchas veces por los viajes de predicación. Que en total fueron cuatro viajes.
Obras religiosas como "Liber Divinorum Operum", sobre cosmología, antropología y teodicea.
Además de obras de carácter científico: "Liber Simplicis Medicinae o Physica", sobre las propiedades curativas de las plantas y animales, desde una perspectiva holística.
Obras musicales: compuso 78 obras musicales: 43 antífonas, 18 responsorios, 4 himnos, 7 secuencias, 2 sinfonías, 1 kyrie y 1 oratorio (el oratorio se inventó el siglo XVII), su sello precursor... Y además compuso un auto sacramental musicalizado llamado "Ordo Virtutum", sobre las virtudes.
Murió en 1179, a los 81 años de edad.
Es conocida como la Sibila del Rin y como Profetisa teutónica.
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