He visto los aposentos de la compasión,
de mi compasión.
Luz blanca.
Sé que he andado por ellas,
he abierto ventanas de par en par,
he deambulado por todos los rincones,
pasillos, habitaciones...
Pero la casa es más grande todavía.
Se me muestra.
Salones que no conozco,
pequeñas habitaciones
sencillas.
Abiertas, sus puertas y ventanas a la luz
Esta parte de la Gran Casa,
se me ofrece a la vista,
para que atraviese la puerta y camine por ella
Palma a palmo,
centímetro a centímetro
quiero recorrerla.
He entrado,
es incipiente.
Mis pies, justo se hallan en la alfombra
después de haber cruzado el umbral.
Mide tus pasos, Laura,
ni uno más que el otro.
Podrías caer.
Con consciencia abierta
lo más despierta posible
El ser que verás frente a tí
te muestra tu pasado,
actitudes que ahora detestas,
no quieres nombrar.
O actitudes que son sello, e imagen
de tu Olvido de Tí.
Bienvenidos sean estos espejos!
Aunque por favor, no más de uno al mes!
Se acercan días laboriosos,
donde horadar la roca será
el pan de cada día.
El camino por la compasión,
no es fácil, pero tampoco es difícil.
No puedo decir más,
sobran muchas letras del abecedario.
Sólo
Caminar, con consciencia,
con humildad.
Abierta la rabia,
vomitarla!
y transmutarla!
Luz!
Humildad!
Fortaleza!
Compasión!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hasta ver lo escrito