El tiempo, en estos momentos, parece como si fuera elástico.Un día, se perlonga en horas que se relajan,
en segundos que se eternizan.
Como al reblandecerse por el calor la materia, se elonga...y
se me hace algo doloroso.
En otros momentos siento que mi presente está arraigado
y firme en el suelo. Es un eterno presente, sólido,
como árbol de raices firmes al subsuelo.
En ese tiempo que ni me acuerdo de él,
creo que es cuando más viva me siento. Mientras que mi vida adolece, cuando siento el peso de ese tiempo elongado, que no pasa nunca, que parece más que detenido, alargado y no llega nunca el final, a cerrar el círculo en el anochecer y pasar a otro día.
Este tiempo que vivo y que parece que muero, está marcado por un anhelo de futuro. Un futuro cercano, pero futuro, cargado de expectativas más bellas y alegres,que mi propia existencia actual.
Soy consciente pero, de mi "perjudicial idealismo", pero no por ello,dejo de cocrear en ese futuro-presente, donde mis herramientas humanas y creativas creen firmemente en el esfuerzo de vivir o de sentirme más viva que muerta, en el Presente mismo.
En otros momentos, siento un tiempo ligero, apenas si roza mi cuerpo, y la vida se me abre cual alegría entra en mi corazón, entonces, sólo entonces, "el tiempo" ese concepto no existe, es sólo eso un concepto mental, que ocupa un espacio al que le doy demasiado peso o demasiada carga.
Sin embargo vivo y muero, de momento en esta dualidad, en el tiempo y no tiempo, en la alegría, y en el esfuerzo por no decaer en ese emoción depresiva que se agarra al tiempo elongado y que por eso mismo lo vivo.
Vivo y muero
en el tiempo y en el no tiempo, como él árbol con sus raíces, todo un mundo Vivo soy!
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