He abrazado el silencio
como una amante con su amado.
El silencio, fruto
de esta íntima unión
me abraza a mí.
Me he fusionado a El
Yo soy la Copa,
Él, el Néctar
que toda alma
es impregnada de sí
Ya no me hacen falta
las vanas palabras
ya sobran los ruídos
Cuando deseo pintar
surge en mí interior
el Silencio,
un silencio que es acompañado
de una bella voz,
de unos hermosos acordes
que nacen de su más profundo silencio...
Por eso, sus palabras
son música, engarzadas como uvas con su néctar
al silencio...
Espacios de silencio,
donde se unen,
se gozan diferentes almas
que aunque den forma a diferentes colores,
son nacidas del mismo fruto,
del Silencio.
Nana "Amazigh", cantada por Montserrat Figueres, (anònim, berèber)
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