jueves, 1 de diciembre de 2016

Narración a dos voces...

Narración corta, libre e imaginativa a dos voces, dos sentires femeninos, dos almas contemplativas..., a partir de la mirada de una acuarela del pintor Juan Díaz:



                                     Momentos íntimos



LA QUEBRADA DEL SILENCIO


Ahora al recordar mi pasado, vuelven a mí esos parajes desiertos de silencio. Esos susurros leves como las nieblas que se levantan en sigilo, ténues y solitarias, como mis pasos.
Anduve mucho tiempo por la “Quebrada del silencio”, una extensión indefinible a la mirada, aunque mi caminar encontró un día un límite y pudo partir hacia otros parajes.

Pero en la Quebrada, tierra desértica, donde el ruido marchó, quebró y vino a hospedarse el Silencio, ese hermano y amigo del alma, germinó una semilla...

Porque esa montaña quebrada,  esos árboles pasajeros, nubes generosas y nieblas matinales convivieron con mi sed y mi búsqueda de Ser. 
Ese blanco acolchado, en esta tierra insonora, en ese espacio congelado, donde el tiempo parece ausente y al mismo tiempo ausentado de la prisa y el decoro. 

Allí, en esta tierra donde el ruido quebró y el silencio revivió, mi alma contemplativa se levanta como nube, o como nieblas matinales, en la Quebrada del Silencio.
Laura Lorente
                                    
                                         ...


                              Momentos íntimos

                                       
                                      
Dibuixa’m, desdibuixa’m, maquilla’m, desfigura’m, cobreix-me i deixa’m entreveure entre la teva glassa, boira d’alta muntanya, estimada i maleïda boira!

Acarona’m. Despentina’m. Que se’m geli la mirada i se m’escalfi l’ànima. Gronxa’m dins del teu cos de cotons i parla’m amb la flonjor dels teus ulls invisibles però punyents.

I jo?

Deixa’m somniar en el més enllà!
                                                                            Gina


(Traducción al castellano):

                                                       
Dibújame, desdibújame, maquíllame, desfigúrame, cúbreme y déjame entrever a través de tu gasa, niebla de alta montaña, querida y maldita niebla!

Acaríciame. Despéiname. Que la mirada se me hiele y se me caliente el alma. Colúmpiame dentro de tu cuerpo de algodones y háblame con la blandura de tus ojos invisibles pero punzantes.

¿Y yo?

¡Déjame soñar en el más allá!
                                                                             






2 comentarios:

  1. Laura, una muy poética manera de manifestar la intima manera de revelarse a las estridencias asumiendo la sugerente paz del silencio. Es cierto que hay que saber quebrar los caminos plenos de escollos que no nos son propios.
    Y la vida sigue...

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  2. Gina:
    Una entrañable conversación con 'la' niebla. El debate interior se mezcla con sentimientos contrapuestos expresados en pura poesía.
    Sí, a veces, la niebla nos permite ver mucho más claro...

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